¡Hola, mis queridos buz@s y lectores!
Después de un largo silencio, vuelvo a escribir. Entre viajes, cursos y otros compromisos, no había encontrado el tiempo para compartir mis experiencias con ustedes. Pero hoy, mientras espero que nos entreguen el auto que rentamos, tengo la oportunidad de sentarme a escribir y compartir con ustedes una de las experiencias más emocionantes que he tenido recientemente.
Hace unos días, tuvimos la aventura de hacer un scouting para tomas submarinas de una película. ¡Y qué emoción! La primera experiencia fue bucear en un estanque con delfines. ¡Tres para ser exactos! Un macho y dos hembras. Mi primera pregunta al responsable de estos animalitos fue: "¿Qué tan confiables son?" El entrenador me respondió: "Están en época de apareamiento". Mi cara y expresión lo dijeron todo, ya que los delfines machos son muy celosos. Para colmo, solo podía entrar una persona al estanque. Mi instructor (CR) y mi Dive Master (DG) de plano me dijeron que yo era el indicado (claro que no se quisieron meter). Nos dijeron que si quería ir, tenía que hacerlo rápido. ¡No me demoré!
El agua estaba a 21 grados y agua salada así que usé un traje de 5 mm y varios plomos para poder bajar. Al entrar, me sorprendió la poca visibilidad: solo 10 a 20 cm. El agua estaba muy turbia porque le acababan de poner sal. No podía ver mis instrumentos, ni mi computadora para ver la profundidad, ni mi manómetro para ver el aire. Al principio, dudé, pero luego recordé que tengo las herramientas y el conocimiento para hacerlo. Así que, con una mano adelante para no chocar con el fondo, calcule el descenso por medio de la compensada de los oídos y calculé mi consumo de aire por medio de respiradas y descendí.
La experiencia fue increíble. Los delfines estaban extrañados con mi presencia, pero era emocionante sentirlos cerca. Desafortunadamente, la poca visibilidad no permitió realizar algunas tomas, por lo que me tuve que salir. Luego, me pidieron que me metiera al estanque del león marino (esta vez, sin el animalito). El agua estaba a 17 grados, muy fría. Sin problemas de visibilidad, pudimos hacer las tomas que querían. Finalmente, me metí a una superpecera llena de carpas koi, con agua a 19 grados. Aquí era muy importante no tocar el fondo de la pecera ya que tiene adornos y los podía dañar. Cada experiencia fue única.
Pero, te preguntarás ¿Y a mí de qué me sirve esto? En la vida, a veces nos encontramos en situaciones complicadas o difíciles. Dudamos de nosotros mismos, pero tenemos que confiar en que tenemos las herramientas para salir adelante. Estas herramientas se pueden desarrollar o aprender con la ayuda de terapeutas, coaches o mentores. Es importante tener alguien de apoyo para mejorar o afilar nuestras herramientas.
Recuerdo que cuando empecé a bucear, tenía ansiedad, y como les he platicado en otros post las 3 primeras inmersiones fueron un cao. Pero mi estimado JL de Scubaver me ayudó a confiar en mí mismo y en mis habilidades. Y eso es exactamente lo que necesitamos hacer en la vida. Necesitamos aprender a confiar en nosotros mismos, a respirar profundamente y a relajarnos en medio de la tormenta.
Así que, mis queridos buzos espero que esta historia les haya inspirado a confiar en ustedes mismos y en sus habilidades. Recuerden que siempre tienen las herramientas para salir adelante, incluso cuando la visibilidad es poca. ¡Y no olviden respirar profundamente y relajarse!
Además quiero agradecer a todos los que me están apoyando en estos momentos de buceo en aguas turbias sin instrumentos a ver lo que puedo y tengo que hacer
¡Espero que les haya gustado esta historia! ¿Qué les parece si compartimos más historias y experiencias en el futuro? ¡Estoy ansioso por escuchar sus comentarios y sugerencias!
Felices burbujas y espero pronto verlos bajo el agua!!!
Sabias , palabras y un muy buen consejo. La vida como el océano puede llegar a ser abrumador, pero bien lo describes con las herramientas adecuadas y un poco de confianza en uno mismo podemos navegar hasta por las aguas más oscuras. 🦋Gracias😉